...Maldita Crisis.


Matías, se levantaba todas las mañanas a golpe de despertador, de un salto, se calzaba las zapatillas y durante unos segundos ponía en hora su consciencia, que perezosa, retrasaba su actividad respecto al resto de los elementos orgánicos de su cuerpo, ya en la ducha y una vez equilibradas las fuerzas repasaba mentalmente sus planes de trabajo, ordenaba sus compromisos, recordaba visitas, planificaba su tiempo, sólo el de hoy, (mañana sería otro día).

Matías es comercial autónomo, representa varias firmas de material de Papelería, desde lápices y bolígrafos hasta archivadores A-Z, papel, recambios de tinta, álbumes de fotos, chinchetas o gomas elásticas, pero desde hace un tiempo con aquello de “la crisis” los pedidos han descendido a cotas preocupantes, casi inexistentes, la presión es doble ya que por un lado los clientes han dejado de recibirle debido al exceso de existencias y sus representados le exigen cifras y le reclaman pedidos y mas pedidos.

Su discurso seductor, su argumentario repleto de tecnicismos, sus miserables comparaciones con respecto a otros productos similares de la competencia ya no tiene oportunidad de esgrimirlos como obuses directos al alma interesada de sus futuribles compradores, en definitiva, Matías no puede ejercer aquello para lo que había nacido, porque lo de ser un buen comercial es algo para lo que se nace.

Matías es un comercial serio, responsable y comprometido, está casado con una simpática señora que vende libros en un gran almacén, bajita de ojos claros a la que todavía quiere sorprender cada día, pero le faltan las fuerzas, le falta el ánimo, le falta la solvencia, le falta la confianza.

Ahora, Matías cuando suena el despertador, (porque sigue sonando como cada día a la misma hora) no tiene actividad que ordenar, citas que planificar, su mente le gana la partida a su cuerpo y le saca unos minutos de ventaja y con los músculos todavía dormidos se pregunta si merece la pena saltar de la cama, calzarse las zapatillas y sumirse en esa ducha gratificante que hasta bien poco marcaba el principio de una estimulante jornada, todo lo que le queda para hoy es repasar sus propias facturas y esas con las que sueña se las sabe de memoria.

Matías no lo entiende, ¿por qué se necesitan hoy menos chinchetas que ayer? o archivadores, ahora es el momento de guardar esos papeles que se nos amontonan alrededor de la mesa, ¿y bolígrafos, acaso la gente ha dejado de escribir? Cuando además se han inventado nuevas palabras y se acuñan nuevos términos como desaceleración, recesión, huracán financiero, crisis hipotecaria, estallido de la burbuja, etc.

Matías, quizás de momento tenga que cambiar de trabajo, fantasea con la concesión de los imposibles, descarta la ONCE y la Quiniela, por que no constituyen un negocio, sino un juego y además es imposible que le toque.

Piensa y piensa,
...ya está, venderá Tiempo, eso es!! ...venderá Tiempo, porque ahora eso es lo que le sobra, siempre hay alguien que necesita unos minutos para dedicárselos a los amigos, a la familia, a la reflexión, a la lectura o a uno mismo, que con demasiada frecuencia todo eso lo tenemos olvidado.

Desgraciadamente, esto no tiene nada de gracia, pero es necesario decirlo, sólo así, carente de Pasión y en un momento totalmente desafortunado, pero desde una voluntad de ser y seguir siendo los auténticos protagonistas de nuestra vida.

Foto de cabecera: Iban Ramón

Comentarios

  1. Es verdad, gracia no tiene ninguna,pero no es menos cierto que en épocas de vacas flacas los humanos agudizan su ingenio, descubren nuevas facetas en ellos mismos hasta el momento desconocidas, dan valor a otras cosas. Llámese crisis, enfermedad... es el momento en que dejamos de funcionar automática y felizmente para empezar a caminar con otro paso, tal vez más lento, pero que nos va llevando hacia delante. Siempre hacia delante.

    ResponderEliminar
  2. Matias es una persona positiva, que se adapta (a su pesar) a las circunstancias.
    En las adversidades es donde se demuestra lo que somos las personas.
    En epocas de vino y rosas, todo es muy facil, lo dificil es no derrumbarse ante las dificultades.
    !Bien por Matias!
    Yo le compro un poquito de Tiempo.
    Enviamelo.

    ResponderEliminar
  3. Alfredo, te cuento....

    Hoy he tenido una seguidora en mi blog, como era una novedad para mi, no sabía que tenia que hacer.
    Me ha descolocado.

    Ella, Luna, con mucha paciencia me ha explicado como poner los blogs que sigo, y te he puesto a ti.

    Espero que no te importe.
    Pero si no quieres, dimelo, ¿vale?

    Bona nit, xiquet

    ResponderEliminar
  4. Dicen que las crisis son necesarias para crecer. En este relato que al principio parecía descorazonazor, al final crece la esperanza. Yo también quiero un poquito de ese tiempo. Me lo envuelven y me lo mandan urgente, que ya no doy abasto.
    Un cordial saludo

    ResponderEliminar
  5. yo creo que hay que buscar al culpable, ¿quien le dijo a Matias que había nacido para vender clips y archivadores?

    Matías ha llegado tú momento, olvidate de todo, emplea tú discurso seductor en convencer a tú mujer para que te mangue de vez encuando un buen libro de los Grandes Almacenes, y vete a buscarla a la salida...

    a lo mejor en un tiempo dices ¡bendita crisis¡

    ResponderEliminar

Publicar un comentario