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Este jueves, relato. In fraganti.
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Bebía los cielos en copa de plata. Exquisito, culto y aparente, era como un palacio de piel bronceada en soles de seis estrellas. Serio y circunspecto. Silbador de sinfonías, oberturas e intermezzos. Murmurador de sonetos y torre altiva de envidias glamurosas. Hasta que se salió el conector del auricular y en todo el Salón se oyó ... “La barbacoa” de Giorgie Dann. Más cosas que son, pero que no son lo que parece, en...
Este jueves, relato. Un segundo de eternidad.
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Puccini, fue un grandísimo libertino, mujeriego, infiel, dandi presumido y derrochador, irritable hipócrita, asesino de patos, conductor suicida, bebedor compulsivo y depresivo. Al final, el tabaco y la vida le pasaron factura y un cáncer de garganta se lo llevó a los infiernos… o tal vez no! Pero… y su Obra? Qué hay de especial en su música? Por qué me hace llorar? Por qué me hace gritar enamorado el nombre de sus heroínas? Por qué me emocionan sus mágicas melodías? Por qué me transporta en un primer compás desde el más incómodo desasosiego a la más absoluta paz? Puede mi adulto corazón, resistir toda esa belleza, sin romper en un inevitable llanto por tanta felicidad? Y todo eso… ¡en un segundo! ¿Qué voy a hacer contigo, Giacomo…? Más segundos eternos en el Reloj virtual de Cecy
Entrando en materia. Un segundo eterno.
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Este jueves, relato. Hablar escribiendo... al aire
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Sus gestos, lo decían todo. Extendía la palma de la mano con un giro gracioso, solícito, como demandando atención para a continuación perder la mirada en ella concediéndose unos segundos de reflexión. Sus ojos se movían pausados de derecha a izquierda, en un recorrido lento que anticipaba el dibujo detallado de sus sentimientos, para acabar cerrándolos en un guiño de abandono consentido. Sus labios, sellados, translucían ese brillo húmedo de la frase cálida que yerma, no nacería nunca y que describiría sueños no menos deseados por más imposibles que parecieran. Carlos, escribía alto y firme en el aire con sus manos, la voz que le negaba su cuerpo. Más sentimientos de este tipo en el Blog de Rossina
Este jueves, (que es lunes) Relato para adivinar
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“Los caracoles no saben que son caracoles” De Nuria Roca …Hablamos de los detalles de la foto y me paso un rato especulando sobre qué pudo ocurrir. Desde que la descubrí he fantaseado con todo tipo de historias, hasta que mi padre pudiera ser un espía en una misión secreta que no puede desvelar su identidad y que a lo mejor Maite es una agente terrorista. Te imaginas, toda una vida juntos y de pronto descubres que tu entorno más próximo está hecho de sombras, de incógnitas y de preguntas de las que seguramente nunca tenga respuestas. Sólo me queda Maite, pero sé que esa hija de puta, no soltará prenda, desvelar secretos sobre mi padre no lo conviene, y no creo que haga conmigo una excepción. Sin embargo… esa foto tiene algo que me intriga y no sería justo sacar conclusiones equivocadas. Confieso apenada no haber participado más en la vida de mi padre, pero a la muerte de mamá fue él quien se alejó y sus ausencias no contribuyeron precisamente a potenciar nuestros af
Este jueves, relato. "Página 53"
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Imaginar, un lunes con sonrisas
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Este jueves, relato. El Sauce Llorón. (Un poco de antes y un poco de ahora)
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Fuera, las raíces del Sauce buscaban el lado opuesto del meridiano sorteando fallas y bolsas de oro negro. Dentro, entre rejas, un soplo tímido de luz se colaba por aquel pequeño ventanuco, iluminando una esquina del mantel de cuadros sobre el que reposaban los manjares testigos mudos de su última cena. El Sauce ofrecía su lado bueno, ese rico en sabia que nacía al fresco del rocío mañanero y esperaba oscuro el sol que más calienta. Empezó con un viejísimo amontillado Pedro Ximénez con el que acompañó un “Salteado” agridulce de frutos secos. A continuación le sirvieron unas delicias de morcilla de Burgos con habitas salteadas que regó con un potente Pago de Carrovejas, viejo conocido de los barros de Peñafiel. Las ramas del Sauce, cómplices de la justicia, se elevaban por encima del horizonte, dejando ver los brotes salpicados de lágrimas verdes. La Dorada a la sal, fue su tercera elección, guarnecida con un delicioso puré de patatas, dejándole un tímido sab
Una Ópera llamada Tommy
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